La ancestral Casa Baitar, donde vivía el Nawab Sahib con sus hijos, era uno de los edificios más hermosos de Brahmpur.
Si al leer el capítulo, te sientes un poco perdido con los personajes, aquí tienes un resumen. Y si no recuerdas alguna palabra, o quieres refrescar la memoria, echa un vistazo al glosario.
Munshi
Originalmente hacía referencia a un escriba o persona instruida en persa o árabe, empleado para escribir cartas, manejar registros o realizar tareas administrativas. En la época colonial, se usó para designar a escribas, contables o administradores locales, particularmente para los propietarios de tierras (zamindaris).
Puesto que en la India británica los munshis eran contratados como empleados del gobierno: contables y secretarios, la palabra munshi se convirtió en el nombre de la profesión. El nombre familiar Munshi pertenece a personas cuyas familias estaban en la profesión de munshi y por lo tanto eran respetados como personas alfabetizadas.
Thomas Babington Macaulay (1800-1859)
Poeta, historiador y político del partido whig británico. Considerado entre los historiadores más importantes en lengua inglesa, su obra más famosa es "The History of England". Desempeñó un papel crucial en la implementación del inglés como lengua oficial y medio de educación en la India durante el siglo XIX.
Primogénito de un escocés de las Tierras altas, un contable que fue gobernador colonial en Sierra Leona, un activo abolicionista. Su madre, Selina Mills, era una maestra dueña de su propia escuela de niñas, hija de un librero e impresor cuáquero de Bristol, también abolicionista.
Estudió en Cambridge y mas tarde clásicas por su cuenta, además de varios idiomas. Se hizo abogado en 1826 y más tarde se interesó en la política. Destacó por una serie de discursos en favor de la reforma parlamentaria, atacando normas inadecuadas como la exclusión de los judíos, quienes sufrían todo tipo de restricciones legales en Gran Bretaña, incluida la inhabilitación para tener representantes parlamentarios. Contribuyó al proyecto de Ley de reforma de 1832 que ampliaba el derecho al voto, y al año siguiente defendió el proyecto de ley para la abolición total de la esclavitud, esta vez incluyendo el suelo mismo de Gran Bretaña, conocida como Slavery Abolition Act 1833. Entre los años 1834 y 1838 fue miembro del Consejo Supremo de la India. Estuvo en Calcuta hasta 1837 y se ocupó entre otros asuntos de la redacción del Código Penal indio.
En el siglo XIX, la India estaba bajo el control de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Los administradores británicos enfrentaban el desafío de cómo gobernar y educar a la población local para que apoyara su administración y facilitara la integración de la colonia en el sistema británico. En este contexto, surgió el debate sobre qué lengua debía usarse para educar y administrar el país:
Orientalistas: Defendían el uso y promoción de las lenguas clásicas indias, como el sánscrito y el persa, y sus respectivas tradiciones culturales.
Anglicistas: Abogaban por introducir el inglés como lengua de enseñanza y como vehículo para transmitir los valores occidentales y europeos.
En 1835, Macaulay presentó "Minute on Indian Education" (Acta sobre la Educación en la India) ante el Consejo de Gobernadores Generales de la India. En él, argumentó que el inglés debía reemplazar tanto las lenguas clásicas (sánscrito y persa) como las lenguas vernáculas en la educación superior. Sus principales puntos fueron:
Superioridad del inglés: Macaulay argumentaba que la literatura inglesa y europea era intrínsecamente superior a las literaturas locales de la India. Su frase más famosa y polémica es:
"Una sola estantería de una buena biblioteca europea vale más que toda la literatura nativa de la India y Arabia".
Formación de una clase dirigente: Macaulay propuso la creación de una élite india educada en inglés que pudiera servir de intermediaria entre los británicos y la población local. Esta élite sería, en sus palabras, "india en sangre y color, pero inglesa en gustos, opiniones, moral e intelecto".
Recomendó que se retirase el apoyo a la publicación de libros en sánscrito y en árabe; la educación tradicional debía reducirse a financiar la madraza de Delhi y el College Hindú de Benarés, pero a los estudiantes ya no se les debería becar por estudiar allí. El dinero liberado por estas becas debía destinarse a financiar la educación en temas occidentales, con el inglés como lengua vehicular.
Como consecuencia, a partir de 1835, el inglés se convirtió en la lengua principal de la educación superior en la India. Esto marcó el comienzo de un cambio significativo en la administración colonial y en la cultura india. Las escuelas y universidades establecidas por los británicos comenzaron a impartir educación en inglés lo que favoreció a una élite urbana que tenía acceso a estas instituciones, mientras que las clases rurales y las lenguas locales quedaron marginadas.
El inglés se consolidó como una herramienta de movilidad social y acceso al poder en la India.
Marginal Notes by Lord Macaulay
Colección de notas y reflexiones reunidas por su sobrino. El libro desvela la profunda visión de Macaulay en toda clase de trabajos literarios, yendo desde lo trivial hasta lo monumental. No solo resalta el agudo intelecto y rigor académico de Macaulay, sino que también presenta sus opiniones sobre varios autores, ya sean Cicerón o Shakespeare o autores desconocidos sin ningún tipo de filtro, consiguiendo que sus comentarios sean tanto esclarecedores como entretenidos.
Guerras civiles de la República romana
La segunda guerra civil de la República romana fue un conflicto militar librado entre el 49 a C. y el 45 a C., protagonizado por el enfrentamiento personal de Julio César contra la facción tradicionalista y conservadora del senado liderada militarmente por Pompeyo Magno. La guerra finalizaría con la derrota de la facción de los pompeyanos y el ascenso definitivo de César al poder absoluto como dictador romano.
Los enemigos de César, influidos por Catón el Joven, intentaron destruirlo políticamente debido a su creciente popularidad entre la plebe y al aumento de su poder procedente de sus logros en las Galias. Intentaron arrebatarle el mando de gobernador de las Galias, para posteriormente juzgarle, desatándose una grave crisis política que inundó de violencia política las calles de Roma.
En el año 50 a C. el Senado votó una moción para que César abandonase su cargo de gobernador. Marco Antonio, con el poder que le otorgaba ser tribuno de la plebe, vetó la propuesta, evitando que se trasformase en ley. Tras esta votación se inició un violento acoso a los cesaristas auspiciado por la facción conservadora. Antonio abandonó Roma ante el peligro de ser asesinado. Sin la oposición de Antonio el Senado declaró el estado de emergencia concediéndole a Pompeyo poderes excepcionales. César respondió con el célebre cruce con sus tropas del río Rubicón, en dirección a Italia, dando así inicio a la guerra civil.
César atravesó rápidamente Italia sorprendiendo a los constitucionalistas y a Pompeyo, que ante la falta de preparación y de tropas abandonó Roma dirigiéndose a Brindisi en el sur de Italia, donde embarcó hacia Grecia con el fin de incrementar sus fuerzas. César persiguió a Pompeyo pero no logró darle alcance, consiguiendo este último cruzar el Adriático con su ejército y decenas de senadores. En menos de un mes, y a marchas forzadas, César llegó a Hispania, donde derrotó a las legiones fieles a Pompeyo en la batalla de Ilerda. Tras esta victoria César regresó a Italia y cruzó el Adriático para hacer frente a Pompeyo en Grecia. Tras ser derrotado en Dirraquio, César se enfrentó a Pompeyo y a sus aliados en la batalla de Farsalia, logrando una aplastante victoria. Pompeyo huyó hacia Egipto intentando encontrar aliados pero fue asesinado por orden del eunuco del faraón Ptolomeo XIII. Posteriormente César derrotó a Catón el Joven y Quinto Cecilio Metelo Escipión en Tapso y finalmente a los hijos de Pompeyo y a Tito Labieno en Hispania, en la batalla de Munda, poniendo fin a la guerra civil, aunque Sexto Pompeyo continuaría con la resistencia desde Sicilia.
Sitio de Corfinium
En Corfinium se encontraba el nuevo gobernador de la Galia Transalpina, Lucio Domicio Enobarbo, quien odiaba por igual a Pompeyo y a César. Se le ordenó que marchara hacia el sur con sus hombres, pero este desobedeció las órdenes de Pompeyo. Llevó a cabo el único intento de contener a César en Italia: decidió encerrarse en la ciudad de Corfinium, situada en un estratégico cruce de caminos. Era la misma ciudad que los rebeldes italianos habían convertido en su capital cuarenta años atrás.
Los habitantes de Corfinium, tras la guerra social, habían obtenido la ciudadanía pero todavía seguían presentes los recuerdos de aquella lucha. El 13 de febrero del año 49 a C., César cruzó el río Pescara y sitió Corfinium que se rindió el 19 del mismo mes. Las levas de novatos de Domicio se plegaron rápidamente. Domicio fue llevado ante César por sus propios oficiales, y suplicó que le mataran, pero César se negó, dejándolo libre. Corfinium no padeció ningún daño y las levas de novatos pasaron a ser parte del ejército controlado por César.
Lo que aparentaba ser simplemente un gesto de clemencia, supuso una gran humillación, un gesto político y una declaración de propósitos. No habría listas de proscritos, ni matanzas (como había ocurrido en tiempos de Sila), y sus enemigos serían perdonados tan solo con rendirse. Esto permitió que la mayoría de los neutrales se sintieran aliviados, evitando cualquier alzamiento popular contra los cesarianos.
Muerte de Cicerón, el famoso orador, filósofo y político romano, se había convertido en un feroz crítico de Marco Antonio tras la muerte de César en el 44 a.C. Durante este período de incertidumbre, Cicerón apoyó abiertamente a Octavio (el futuro emperador Augusto) como una figura que podía contrarrestar a Marco Antonio.
Sin embargo, en el 43 a.C., Marco Antonio, Octavio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato, consolidando su poder y acordando una serie de proscripciones para eliminar a sus enemigos políticos. Cicerón fue incluido en esta lista, probablemente a instancias de Marco Antonio, quien buscaba vengarse de las críticas del orador.
Cicerón intentó huir, pero fue capturado por los soldados del Triunvirato cerca de Formia y ejecutado.
Su carrera política estuvo llena de altibajos, marcada por un constante oportunismo que, aunque lo llevó a la cúspide de la República Romana, también sembró las semillas de su caída. La ejecución de Cicerón fue resultado de una combinación de sus propios errores políticos y la pragmática falta de lealtad de Octavio. Su oportunismo lo llevó a grandes alturas, pero también lo dejó vulnerable cuando sus aliados vieron más ventajas en abandonarlo que en protegerlo.
Causas internas: oportunismo político
Alianzas cambiantes: Cicerón no pertenecía a una familia aristocrática tradicional, lo que lo llevó a navegar hábilmente entre diferentes facciones para avanzar en su carrera. Aunque fue un defensor declarado de la República, en ocasiones apoyó medidas de líderes populistas, como Pompeyo o incluso César, cuando creía que podían beneficiarlo.
Ataques contra Marco Antonio: Tras el asesinato de Julio César, Cicerón vio en Octavio una herramienta para frenar a Marco Antonio, a quien consideraba una amenaza para la República. Pronunció las Filípicas, una serie de discursos que atacaban despiadadamente a Antonio. Estos ataques personales consolidaron la enemistad irreconciliable entre ambos.
Subestimación de Octavio: Aunque apoyó a Octavio inicialmente, Cicerón lo veía como un joven inexperto que podría ser manipulado para restaurar el poder del Senado. Este cálculo fue un error: Octavio pronto demostró ser un político astuto y despiadado, más preocupado por consolidar su poder que por proteger a antiguos aliados.
Causas externas: Consolidación del Segundo triunvirato
En el acuerdo que formó el Segundo Triunvirato (Octavio, Marco Antonio y Lépido), los tres líderes decidieron eliminar a sus enemigos políticos mediante listas de proscripciones. Para consolidar el Triunvirato, cada miembro hizo las concesiones necesarias.
Cálculo político: Octavio estaba en una posición delicada y priorizó su supervivencia política sobre la lealtad hacia Cicerón. Protegerlo habría puesto en peligro su alianza con Marco Antonio y su propia posición en el Triunvirato. Teniendo en cuenta que su relación había sido tan solo pragmática y que nunca había pertenecido a su círculo, solo tardó dos días en incluirlo en la lista.
En resumen, la ejecución de Cicerón fue resultado de una combinación de sus propios errores políticos y la pragmática falta de lealtad de Octavio. Su oportunismo lo llevó a grandes alturas, pero también lo dejó vulnerable cuando sus aliados vieron más ventajas en abandonarlo que en protegerlo.
La respuesta del Cesar
"Triunfo y me regocijo de que mis actos hayan obtenido tu aprobación; ni me perturba escuchar que aquellos a quienes he dejado ir libres y vivos volverán a tomar las armas contra mí. Pues no hay nada que ansíe tanto como ser siempre fiel a mi carácter, y que ellos lo sean al suyo".
César, en su calidad de general victorioso, tenía la opción de ejercer una venganza implacable contra sus enemigos políticos y militares. Sin embargo, optó por la clemencia, una virtud que promovió como parte de su imagen pública. La frase expresa su satisfacción por ser reconocido como alguien que actúa con humanidad, incluso frente a la posibilidad de que los perdonados vuelvan a rebelarse.
La idea de "ser fiel a uno mismo" refleja un compromiso con sus propios principios, incluso cuando estos podrían parecer imprudentes en un contexto político. Esta magnanimidad trascendía lo personal y proyectaba una imagen de liderazgo ético y superioridad moral.
La frase también establece un contraste implícito: César se presenta como alguien íntegro y constante, mientras que sus enemigos son retratados como inevitables traidores. Este contraste no es agresivo, sino que refuerza su grandeza al aceptar las acciones de los demás como algo natural y esperable.
El subtexto es claro: César no solo perdona, sino que entiende la naturaleza humana, mostrando sabiduría y previsión. Esta capacidad de aceptar las cosas como son, en lugar de intentar cambiarlas mediante el miedo o la violencia, lo pone en una posición de superioridad moral.
Al expresar que no teme a sus enemigos incluso si vuelven a tomar las armas, César refuerza su imagen de confianza absoluta en su poder y destino. Esta actitud servía como propaganda política, proyectando la idea de que César no solo era invencible en el campo de batalla, sino también moralmente superior, un líder al que valía la pena seguir.
La frase resuena más allá de su contexto histórico porque plantea una idea universal: el valor de mantenerse fiel a los propios principios frente a la adversidad. Esa combinación de ética personal y pragmatismo político es lo que la hace tan memorable y admirable.
Interesantisimo el capitulo y fascinante la importancia de la poesia persa en el este del mundo. Tambien curioso lo del abolicionista de la esclavitud que impuso el ingles, y digo ello estos hindus desde los Vedas hasta Vikram algo habran escrito no? Puede ser que no.. Comentemos tambien el cambio de tercio que nos lleva a los fragores de Roma en los estertores de la Republica. Ya habia leido como muere Ciceron, y nos dice lo despiadado que era ese tio desde su tierna juventud, que aun hoy tiene un mes en nuestro calendario y encima el de vacaciones, grrrr... Lo de Cesar mola, aunque claro tras los hechos en los Idus de Marzo no se si fue algo sobrado..…